¿Qué es un despido disciplinario?

En el marco laboral español, un despido disciplinario implica la desvinculación de un empleado sin derecho a indemnización debido a faltas graves. A diferencia del despido objetivo, que puede deberse a cuestiones técnicas, económicas u organizativas, el despido disciplinario se centra en el comportamiento del trabajador, tal como lo establece el Estatuto de los Trabajadores.

Razones Clave para el Despido Disciplinario

Existen varias conductas que podrían derivar en un despido disciplinario justo. Entre ellas se incluyen:
1. Inasistencias y retrasos: La falta de puntualidad o ausencia no justificada puede desencadenar este tipo de despido.
2. Falta de disciplina: Actitudes como el uso de un lenguaje inapropiado o la agresión física son intolerables.
3. Incumplimiento del contrato: Si se detecta una disminución significativa en el rendimiento laboral o el incumplimiento intencionado del contrato.
4. Consumo de sustancias: El uso habitual de alcohol o drogas que afecten el desempeño en el trabajo.
5. Comportamiento hostil: Acciones de acoso o discriminación hacia compañeros o superiores son inaceptables.
Es importante recordar que problemas económicos o técnicos no son motivo para un despido disciplinario, sino para un despido objetivo.

¿Qué derechos mantiene el trabajador?

Aunque la empresa no está obligada a avisar con 15 días de antelación, el trabajador puede reclamar su finiquito, que incluye vacaciones no disfrutadas y pagas proporcionales. Además, si cumple con los requisitos, tendrá acceso al subsidio por desempleo.

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